Eric Vergara, Director de TECHO Coquimbo: “EL GORE NO TIENE EN SUS PRIORIDADES RESOLVER LA SITUACIÓN DE CAMPAMENTOS”
Publicado el : 2018-01-02 11:13:26
Según la cuenta pública de la
intendencia del 2016, la mayoría de las inversiones del GORE estuvieron
orientadas a mejorar la conectividad interna de la región, contando con
presupuestos mayores a los 15 mil millones de pesos como los usados en la
conurbación La Serena-Coquimbo.
Una
de las funciones del Gobierno Regional (GORE) puesta en el artículo 17 de la
ley 19.175 “ley orgánica constitucional sobre gobierno y administración
regional”, promulgada en el año 1992, consiste en “establecer políticas y
objetivos para el desarrollo integral y armónico del sistema de asentamiento
humano de la región, con las desagregaciones territoriales correspondientes”.
Función que se ha manifestado en los subsidios habitacionales entregados a las
familias más vulnerables de la región que viven en campamentos, logrando cerrar
13 campamentos en diferentes comunas por medio de una inversión superior a los 3 mil
50 millones de pesos, según el informe de cuenta pública de la intendencia del
año 2016. Sin embargo, tanto la organización TECHO y las personas del
campamento “Los Changos” admitieron que no han recibido ayuda.
En
el año 2011, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo levantó un “Mapa Social de
campamentos” que contabilizaba el número de campamentos y familias que los
habitaban, obteniendo así la cifra de 657 campamentos y 27.378 familias a lo largo del país. Desde entonces,
TECHO-Chile ha hecho actualizaciones periódicas, realizando informes cada año
con el fin de reflejar la realidad dinámica del problema. En este contexto, Eric
Vergara, Director Regional de TECHO indicó
“es un fenómeno constante, ya que al mismo tiempo que se cierran campamentos,
otros nuevos emergen, y mientras en algunos asentamientos disminuye el número
de familias, en otros aumenta”.
La
última actualización realizada en mayo del 2017 indicó que la región de
Coquimbo presenta 24 campamentos y 759 familias, lo que demuestra que han ido
aumentando ligeramente en comparación con el catastro del 2016 que indicó que
había 22 campamentos y 745 familias.
Historia de los campamentos
La toma irregular de terrenos comenzó en 1925 con la creación de poblaciones “callampas”, que eran agrupaciones espontáneas y no controladas, de trabajadores que llegaban atraídos por las oportunidades laborales que representaban las grandes ciudades que vivían un proceso de urbanización.
En
consecuencia, se realizaron migraciones
rural-urbano siendo una de las principales causas de la creación de campamentos,
llegando a tal punto que en el año 1952 había registro de 75.000
familias viviendo en poblaciones callampas, lo que generó que el Estado tomara
medidas como la “Ley de Plan Habitacional” que producía viviendas construidas
por el sector público, específicamente por la Corporación de Vivienda (CORVI).
Sin
embargo, esta medida no solucionó el problema, ya que a finales de los años 50,
la ocupación irregular del suelo urbano persistió y las “callampas” pasaron a
ser “tomas”, que eran el producto de una acción organizada de los pobladores
quienes se identificaban entre sí a partir de su reivindicación habitacional y
tenían la intención de radicarse y negociar directamente con el Estado. Tales
instalaciones presionaron al Ministerio
de Vivienda y Urbanismo que respondió en 1964 con la “Operación Sitio” que fue una
política pública que entregó lotes semiurbanizados a las personas que estaban en una condición habitacional crítica
y era cobrado en cuotas que las familias debían pagar.
En
las décadas siguientes, el gobierno continuó tomando medidas para erradicar los
campamentos, pero el número no disminuyó. Para el año 1985 había 482
campamentos con 40.493 familias según el “Catastro Nacional de Marginalidad
Habitacional”.
En
el año 2011 se creó un nuevo espacio institucional en el MINVU, la “Secretaría
Ejecutiva de Campamentos” que atendía las necesidades de las poblaciones más
vulnerables del país con el fin de integrarlas a la sociedad, transformando sus
asentamientos en nuevos espacios públicos para que formaran parte del barrio y
la comuna. Sin embargo, a pesar de las medidas que había tomado el gobierno, el
número de campamentos a lo largo de país siguió aumentando debido a dos causas
que, según Vergara son “el alto precio
de las viviendas y el proceso de migración interna, pero es un tema profundo
que aborda más dimensiones. Algunas personas llegan a un campamento porque
perdieron su trabajo, otras porque se les quemó la casa o por enfermedades
graves”.
Situación Regional
En
contraste con otras regiones del país, Coquimbo presenta un menor número de
campamentos, pero esto no significa que el problema esté cerca de solucionarse.
Entre
los aportes del GORE están los subsidios habitacionales, que son una ayuda directa para
familias que requieren apoyo en el financiamiento de su primera vivienda. Algunos campamentos beneficiados por este aporte
han sido "Media Hacienda", "Ribera del Rio" y
"Puntilla de Barrancas", pertenecientes a la comuna de Ovalle donde
sus pobladores recibieron las llaves de sus nuevos hogares en el año 2016. En
una nota del Diario El día publicada el 8 de mayo de ese año, el Seremi de
Vivienda y Urbanismo Erwin Miranda se refirió al hecho “estas familias por muchos años han esperado por su solución
habitacional y tras cinco años sin construcción de viviendas sociales en la
comuna de Ovalle, hoy entregamos las llaves de 124 casas con equipamientos
comunitarios, espacios públicos y sedes sociales”
Además,
anteriormente en el 2014, 62 familias de la comuna de Guanaqueros que
pertenecían al campamento “El Milagro” recibieron viviendas habitacionales
luego de haber esperado 10 años para obtenerlas.
Sin embargo, no todos en la región han recibido ayuda. Sayonara Moreno, una residente del macrocampamento “Los Changos” conformado por 103 familias y ubicado en la Parte Alta de Coquimbo y afirmó que desde el año 2010 no han recibido ayuda del GORE: “no nos han entregado ninguna ayuda, nosotros nos organizamos por cuenta propia, ahorramos en nuestra libreta para cuando salga un proyecto habitacional que cumpla con las condiciones necesarias para poder vivir” indicó.
Además
agregó que las instancias para entablar diálogo han sido mínimas: “No hemos podido hablar ni siquiera con el
alcalde, a lo más hablamos en una ocasión con la encargada de la oficina de
campamentos y vivienda de DIDECO gracias a un contacto de TECHO”.
Por su parte, Eric
Vergara señaló que tampoco se han dado oportunidades para que TECHO y el GORE
llegasen a formar una alianza estratégica para solucionar el problema “No tenemos ninguna alianza con el Gobierno
Regional, trabajamos totalmente aparte. Nuestra idea es generarla porque
obviamente es mejor trabajar en conjunto para tratar de solucionar las cosas,
pero es difícil tener reuniones con los encargados regionales, porque su agenda
es ocupada y digamos que los campamentos no son su prioridad”.
Con respecto a las
acciones del GORE para solucionar este problema mediante subsidios
habitacionales, Vergara comentó “Se han
hecho proyectos de viviendas como subsidios habitacionales, pero no todas las
personas pueden postular, porque algunas no tienen los recursos ya que no
tienen trabajos, ni tampoco una cultura de ahorro”
Por último concluyó
que el GORE no ha realizado suficientes acciones, debido a que “Los campamentos no están muy a la vista y
son realidades complejas que están muy apartadas de la urbanización, por
ejemplo algunos están detrás de la Cruz del Tercer Milenio. Yo creo que el GORE
intenta guiar sus políticas y acciones en hechos visibles. Además, depende
también del gobierno nacional y las decisiones que se tomen en Santiago”.
En la Cuenta Pública
del año 2016, el intendente Claudio Ibañez mencionó los deseos del GORE de
hacer una mejor región con más seguridad, democracia, protección
social e inclusión; sin embargo la inclusión no llegó para Sayonara Moreno y
las 103 familias que durante años han esperado la ayuda de las autoridades.